El Covid 19 nos ha llevado a replantear una gran cantidad de cosas, a priorizar y a reevaluar otras muchas. Factores como el espacio, la tranquilidad y la relación con la naturaleza dejaron de ser simples temas que pueden dejarse para después o para otros, y han pasado a ser parte de la vida- diaria.
El poder encontrar un balance entre comodidad y precio ya no es suficiente, ahora necesitamos mucho más que espacios, necesitamos experiencias, donde la naturaleza la tranquilidad y el estar al margen del stress cotidiano se conviertan en una nueva realidad.
No es lo mismo despertar escuchando el canto de las aves que levantarse con el sonido de los automóviles, las fábricas o los vendedores ambulantes ofreciendo sus productos a todo pulmón. En este momento el solo el hecho de poder salir a caminar 30 minutos en medio de los árboles o una clase de yoga sobre un prado verde te hacen cambiar la perspectiva.
Además, las casas fuera de la ciudad por regla general tienen un costo inferior al que puedes encontrar dentro de una urbe, así puedes acceder a un lugar con mayor número de metros cuadrados lo que cambia de manera muy positiva la dinámica familiar, cada cual puede estar en su propio espacio, la posibilidad de personalizar cada lugar es muy superior, la idea de conjunto cerrado al igual que el acceso a zonas verdes parques, dan como resultado una vida más saludable.